Estos dos años de crisis sanitaria han puesto de relieve no solo la existencia de las desigualdades hacia el interior de las ciudades latinoamericanas, sino que además, se han intensificado las inequidades sociales, económicas, sanitarias y territoriales entre las ciudades de nuestra región. Y los gobiernos locales constituyen el primer eslabón gubernamental que da respuesta a las demandas de las y los ciudadanos. Tal como plantea el lema de la XXVI Cumbre de Mercociudades, “los gobiernos locales siempre estamos”.

En este sentido, resulta prioritaria la articulación entre las metrópolis, las ciudades intermedias y las periféricas para luchar por una agenda de acciones que garanticen el derecho a una ciudad inclusiva, saludable, sostenible e igualitaria para todas y todos.

Sostenibilidad

La pandemia ha expuesto la centralidad de los gobiernos locales, en tanto la primera institución política que actúa como órgano tutelar de la vida democrática, ya que cataliza las demandas ciudadanas. Las ciudades se han visto especialmente afectadas y se acentúa, cada día más, por el proceso de urbanización sin sostenibilidad, debido a las problemáticas de endeudamiento y dependencia económica, producidas por políticas neoliberales y el capitalismo financiero que han dictado la agenda global desde el Consenso de Washington.

En estos últimos años, se ha tomado mayor dimensión del rol protagónico de los gobiernos locales, pero no solo por la gestión de las vacunas y el proceso de inmunización. Cada gobierno local ha trabajado arduamente en la educación y concientización de la comunidad y ha tenido que implementar acciones contra las violencias, las inequidades y la vulnerabilidad de la ciudadanía, azotada no solo por la pandemia sanitaria sino además por la que provoca la desigualdad.

Red de ciudades

Por eso, desde Mercociudades, la gran red de ciudades hermanas de Latinoamérica, nos focalizamos en la necesidad de fortalecer la gobernanza para articular a toda la ecología de actores que forman parte de las ciudades. Debemos intensificar los esfuerzos por desarrollar territorios que garanticen justicia social, ambiental y climática, igualdad, sostenibilidad y una democracia participativa.

Mercociudades es el portavoz de las ciudades latinoamericanas en relación de horizontalidad y hermanamiento para que tanto metrópolis como ciudades periféricas se integren para forjar objetivos comunes en pos del bienestar de la comunidad y sus entornos.

El Cono Sur se ha visto más afectado que el hemisferio norte y lo hemos advertido con la producción y distribución de vacunas. Y esto se reproduce en múltiples desigualdades de toda índole, que se sintetizan en las ciudades periféricas. En este sentido, aprendimos muy bien que ninguna persona, ningún gobierno, ninguna nación se salva sola. El rumbo es pensar colectivamente, en vínculos de paridad y solidaridad.

Ciudad inclusiva

En la reciente XXVI Cumbre de Mercociudades, en la que el municipio de Esteban Echeverría asumió la Presidencia para el período 2021-2022, nos hemos propuesto diseñar e implementar acciones, proyectos y programas que profundicen las políticas de inclusión con perspectiva de género y diversidad. Además, nos urge garantizar la accesibilidad a la información, la comunicación democrática y una participación ciudadana de todas las identidades y colectivos.

Los gobiernos locales buscamos garantizarles a las nuevas generaciones ciudades vivibles en paz y armonía entre las personas y con la naturaleza y el entorno. Entendemos que las grandes transformaciones se producen desde lo local a lo nacional, de lo nacional a lo regional y de lo regional a lo global. Por ello, nuestra misión es continuar en la integración de nuestras ciudades en la red y con otras redes en una gran homeostasis regional.

Y nos proponemos una meta: ampliar los horizontes de Mercociudades y convocar más ciudades, llevar a cabo más iniciativas y celebrar el protagonismo de las juventudes, las mujeres y las disidencias. Nos moviliza la decisión de forjar lazos de paridad y horizontalidad entre géneros, generaciones, etnias y culturas en todos los ámbitos de la vida comunitaria.

Comunicación democrática

En el mismo sentido, es preciso luchar por reducir las asimetrías existentes en la accesibilidad a la información para las personas con discapacidad. Debemos propiciar ciudades que comuniquen democráticamente y en clave de igualdad e inclusión para que todas y todos tengan las mismas oportunidades de participación, expresión y desarrollo.

Asimismo, debemos acentuar iniciativas de cooperación y asociación para que, entre gobiernos locales, arrojemos luz sobre la realidad de Latinoamérica en la agenda global. Y así fue la presentación de nuestro posicionamiento ante la COP 26 en Glasgow, documento en el que resaltamos las responsabilidades comunes, pero diferenciadas.

Barreras

Las naciones periféricas somos instadas a cumplir las metas globales ante el cambio climático, pero nuestra responsabilidad sobre los efectos que ha producido la industrialización sobre el planeta no es la misma que la que les corresponde a los países centrales. De este modo, el Cono Sur se ve apremiado por metas que funcionan directamente como barreras paraarancelarias al impedir el crecimiento de nuestra industria, que, a su vez, se traduce en mayor desocupación y pobreza en nuestras comunidades.

Para este escenario de pospandemia, es preciso visibilizar la necesidad de una justa distribución de responsabilidades y acciones, en clave “Sur” y con la mirada de todo el pueblo latinoamericano. Debemos luchar por ciudades inclusivas, igualitarias, accesibles, integradas y libres de violencias. De lo local a lo global, el camino es proponernos una vida en democracia participativa, horizontal y cooperativa. Y, en el mismo sentido, actuar entre todas las ciudades para lograr que nuestras periferias se conviertan en espacios de innovación, vanguardia y justicia social y ambiental. Ya es hora de que se escuche el vozarrón latinoamericano.

Autoría: Intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, a cargo de la Presidencia de Mercociudades.