En el Día Mundial del Medio Ambiente la Unidad Temática de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Mercociudades, enfatiza la importancia de trabajar de forma colaborativa para la construcción de ciudades resilientes, que minimizan sus impactos ambientales y se adaptan y preparan para los efectos del cambio climático. Asimismo, reafirma el compromiso de las ciudades con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, en referencia a las recientes declaraciones de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, quién afirma su retiro de este acuerdo.

5 de junio de 2017, Día Mundial del Medio Ambiente

Nos hallamos en el momento oportuno para que los municipios desarrollen acciones mancomunadas, orientando sus esfuerzos a fortalecer la resiliencia en el marco de la gestión del riesgo, lo que nos permitirá analizar nuestras amenazas y vulnerabilidades urbanas, preparando a nuestra ciudadanía y trabajando activamente en la implementación de planes integrales para la gestión del riesgo.

En este contexto y ante las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo Climático de París, la Unidad Temática de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Mercociudades reafirma el compromiso de las ciudades de intensificar la respuesta a la amenaza del cambio climático, con miras a avanzar en el desarrollo sostenible. Ya que si esta decisión es oficialmente anunciada, reflejará un importante retroceso en los avances alcanzados. Asimismo podría desencadenar que otros países sigan sus pasos y erosionar el histórico acuerdo climático.

Se espera que para el 2020 el 80% de la población mundial resida en ámbitos urbanos, y año a año observamos cómo se incrementa la incidencia de fenómenos que revelan la complejidad a la que nos enfrentamos para gestionar los riesgos naturales y antrópicos en nuestros territorios.

Ya está demostrado que no basta con abordar las consecuencias de los hechos consumados. La ocurrencia cada vez más frecuente de eventos catastróficos vinculados al cambio climático nos inquietan y nos hacen reflexionar sobre la manera en que estamos actuando como individuos, y en nuestros roles en la sociedad. Es el momento de iniciar un camino, en el que prevenir los efectos del cambio climático y de la compleja vida urbana sea la respuesta más sensata.

Hemos estado invirtiendo ya demasiado esfuerzo, tiempo y dinero en sólo curar. Prevenir, tal como sabemos, ahorra sufrimientos, conflictos y por supuesto, recursos; y por sobre todas las cosas, estar prevenidos nos fortalece como sociedad y como personas.

Hoy nos encontramos abocados a trabajar la resiliencia. Y ésta, no es ni más ni menos, que la capacidad de una comunidad para retornar a un estado de equilibrio, en el menor tiempo posible después de un disturbio.

Construir esa capacidad, requiere un trabajo sostenido, coherente y sin descanso del Estado, del sector privado, las instituciones y la comunidad, para conocer los riesgos a los que se enfrenta, minimizarlos, y estar preparados para abordarlos.

Desde la Unidad Temática de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Mercociudades creemos que Ninguna ciudad puede hacerle frente sola a este desafío. Es fundamental más que nunca, contar con la cooperación de socios para encontrar soluciones. Si somos flexibles y pragmáticos, si podemos llegar a un acuerdo para trabajar incansablemente de manera colaborativa, lograremos nuestro objetivo en común: vivir en ciudades donde sus habitantes, minimizan sus impactos ambientales, promueven la convivencia pacífica, se adaptan y preparan para los efectos del cambio climático, y finalmente han conseguido con el esfuerzo conjunto, ser Resilientes.

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Foto: ONU/MjG / (Kabale, Uganda – 2016).

5 de junio de 2017