Dos mesas de debate aportaron reflexiones sobre el acuerdo que se está negociando actualmente entre la UE y el Mercosur, y que ya tiene más de dos décadas desde los inicios de la primera propuesta. Presidieron estos debates el ex presidente Colombiano y ex secretario general de la UNASUR, Ernesto Samper; y el embajador de Francia en Argentina, Pierre Guignard. Ambos con visiones diferentes sobre la potencialidad y limitaciones del acuerdo.


Mientras que en las intervenciones de Samper primó la cautela y desconfianza sobre un acuerdo beneficioso para ambas regiones; el embajador insistió en que un acuerdo de asociación libre, y debatido, como es el caso de este acuerdo, siempre es mejor que uno impuesto bilateralmente. Éste último también afirmó que “no se trata de abrir un gran supermercado iberoamericano”, sino que de alcanzar un acuerdo ambicioso y equitativo, en el que se respete lo pactado en París contra el cambio climático.

Samper también refirió a modo de ejemplo a los acuerdos bilaterales de libre comercio que negociaron Perú y Colombia con Estados Unidos, “yo fui testigo del resultado de la firma de los acuerdos bilaterales de libre comercio que acabaron con la Comunidad Andina, porque los otros países no aceptaron el desarme arancelario y todas las concesiones que se hicieron a los Estados Unidos y prácticamente eso acabó con el proceso de construcción Andina. Me da entonces mucho temor que este acuerdo pueda producir un efecto parecido sobre el Mercosur y pueda terminar afectando lo que se ha avanzado en materia de mercado común, en materia de unión aduanera, en materia de integración sectorial.”

A pesar de las discrepancias, ambas partes coincidieron en la importancia de que las negociaciones y propuestas del acuerdo sean transparentes. En este sentido Samper afirmó que “el debate ha sido muy reservado, no ha sido público. Y esto se ha visto en otros países. Se mueven estos acuerdos de libre comercio como si fueran secretos militares en los que la gente no sabe de qué están hablando y a quién está afectando.”

La segunda mesa estuvo compuesta por expertos y referentes de Francia, Jean Marc Siroen; Argentina, Valentina Delich; y Uruguay, Álvaro Padrón.

En este espacio Delich afirmó que probablemente las mayores ganancias (del acuerdo) sean políticas y no necesariamente comerciales”, y defendió la importancia de avanzar en acuerdos multilaterales por sobre aquellos bilaterales.

Por su parte Padrón, afirmó que la pregunta clave es “¿Qué le vendemos y qué le compramos? Ya que América Latina sigue siendo un exportador de commodities, de recursos naturales”, mientras que “Europa exporta productos con valor agregado… para avanzar en este acuerdo, principalmente Brasil, tendrá que hacer importantes concesiones en materia industrial.” También enfatizó en torno a las asimetrías que dificultan esta negociación, las que se dan entre ambas regiones y las que existen entre los países.

Por último, Padrón destacó la importancia de la presencia de los gobiernos locales, las ciudades, en estas negociaciones, ya que las repercusiones de estos acuerdos serán palpables en las ciudades. “Los gobiernos locales tienen mucho que decir en materia de integración profunda, el costo de la no integración es el subdesarrollo”. Y en este sentido, finalizó su intervención felicitando a Mercociudades “por seguir levantando la bandera de la integración.”

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