El pasado 23 de abril representantes de 18 ciudades de la Red se reunieron en Maldonado (Uruguay) para celebrar el primer encuentro de 2009 de la Unidad Temática de Juventud de Mercociudades.

Participaron de la reunión los municipios argentinos de Avellaneda, Buenos Aires, Catamarca, La Matanza, Luján, Necochea, Pergamino, Rosario, Salta, Tandil y Tucumán; los municipios uruguayos de Durazno, Montevideo, Maldonado, Rocha, Soriano y Treinta y Tres; y el municipio chileno Concepción.

Durante el encuentro, directores y directoras, funcionarios y funcionarias de las áreas de juventud de los municipios participantes resolvieron lo escrito a continuación:

1º Diferenciar conceptualmente y, por lo tanto, políticamente la diferencia entre los términos de «empleo» y «Trabajo» entendiendo al primero como la función desempeñada por una persona para ganarse la vida. Como una actividad que tiene un ingreso como contraprestación. Y al trabajo como la energía individual y colectiva que es puesto en el desempeño de una actividad, remunerada o no, que produce bienes o servicios socialmente necesarios. Estos bienes o servicios pueden ser reconocidos como tales en el mercado de bienes y servicios, o bien pueden ser producidos en respuesta a necesidades que no tienen el respaldo de demandas solventes. Por eso, esa producción no responde a un cálculo económico y tiene si una valoración social evidente.

2º Destacar y acompañar los esfuerzos de los Estados Nacionales en la implementación de planes y programas que tiendan a garantizar el trabajo decente para los y las jóvenes de nuestra región.

3º Reconocer la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los y las jóvenes con respecto al acceso al trabajo decente en condiciones de igualdad, sobre todo en el caso de las mujeres jóvenes. Lo que nos obliga a redoblar esfuerzos para garantizar la equidad de género en las políticas públicas de juventudes orientadas al Trabajo decente.

4º Elaborar Políticas públicas orientadas a alentar la educación y la capacitación para el trabajo decente, así como el apoyo y el desarrollo del emprendedurismo juvenil, la orientación vocacional y ocupacional, la intermediación laboral y la protección de los derechos laborales colectivos e individuales.

5º Coordinar con organismos internacionales, nacionales y locales la implementación de programas que promuevan y protejan el trabajo decente para los y las jóvenes

6º Firmar convenios y cartas de intención que faciliten el trabajo de los y las jóvenes en nuestras ciudades de manera recíproca con igualdad y equidad, fundamentalmente a lo que hace con las cargas sociales y trámites migratorios

7º Alentar la transversalidad de las políticas de empleo con respecto a las políticas públicas de juventudes

8º Rechazar de manera categórica el trabajo infantil en todas sus formas del mismo modo que la explotación y la precarización laboral.