El proyecto Cultivar Plantas-Cultivar Paz fomenta la agricultura urbana entre mujeres del asentamiento «Prefeito Celso Daniel», ubicado en la ciudad de Macaé, en Río de Janeiro, Brasil.
El trabajo comenzó en enero y tiene como objetivo elevar la salud de la comunidad por medio de la creación huertas comunitarias para la producción de frutas, vegetales y plantas medicinales.
Lucia de Fátima Zacarias participa del proyecto, ella nació en el estado de Mato Grosso, vive en una casa precaria y considera que la idea de las huertas comunitarias está cambiando su vida.
«Creo que estamos más unidos. Antes cada uno plantaba lo suyo, ahora tenemos más opciones para decidir lo que plantamos. Eso ayuda a mejorar la alimentación de nuestras familias y a tener la oportunidad de intercambiar productos entre nosotras», dice Lucia, que ya cosechó guayaba, espinaca, berenjena, etc.
Además del intercambio y la mejora en la alimentación, el grupo tiene la oportunidad de comercializar frutas, verduras y plantas medicinales en los mercados al aire libre, todos los viernes, en Macaé.
«A veces prefiero vender. Casi todos los viernes regreso a mi casa con el dinero de las ventas o con cosas que compro con lo que he ganado», afirma Ana de Oliveira, que junto con su hijo Paulo Ricardo, preparan repelentes y desinfectantes a partir de productos vegetales.
Los encuentros para plantío suceden de quince en quince días. «Estamos esperando la lluvia para poder preparar la tierra», afirma Delma da Silva, que tiene poco más de un mes participando del proyecto Cultivar Plantas-Cultivar Paz.
Para la coordinadora del proyecto, Marielza Horta, esta iniciativa fomenta la economía popular solidaria, la convivencia social y contribuye para el sentimiento de pertenencia de la comunidad.
«Estas actividades fortalecen las prácticas de agricultura urbana, estimulan la producción diversificada, con calidad y sin agro-tóxicos, mejora el acceso a información y rescata hábitos saludables en la producción y alimentación, además de generar conocimiento sobre temas socio-ambientales».
El proyecto es desarrollado a través de programa Eco Cidadão.
Con el éxito de la iniciativa, surgieron nuevas demandas y el proyecto se extendió a otros grupos comunitarios, ancianos, enfermos mentales, asociaciones, propiedades residenciales, despertando el interés de otros segmentos de la población.
Hoy en día cuenta con el apoyo de RUAF-IPES-IDRC. Organizaciones que colaboraron en la elaboración de estrategias para la implantación de cinco huertas comunitarias e incluyeron la perspectiva de género en el proyecto.
El Programa Eco Cidadão es desarrollado por el Centro de Estudios Ambientales y de Cultura Contemporánea, asociación sin fines de lucro, instituida en 1998.
El Programa fue implantado en el municipio de Macaé, en 1997, por medio de la invitación del Alcalde Silvio Lopes, con la misión de mejorar la calidad ambiental urbana y promover cambios de valores y actitudes de la sociedad, convocando a los ciudadanos con el objetivo de promover una ciudad más limpia, saludable y mejor para todos.