Vila Viva es el mayor programa de urbanización del país, con obras de saneamiento básico, remociones de familias, construcción de unidades habitacionales, erradicación de áreas de riesgo, reestructuración del sistema viario, urbanización de callejones, implantación de parques y locales para la práctica de deportes y ocio, además de actividades de educación sanitaria, ambiental y acciones de promoción social.
En el Aglomerado de la Sierra, ubicado en la ciudad brasilera de Belo Horizonte, son beneficiados cerca de 50 mil habitantes de las villas Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora de Aparecida, Nuestra Señora de la Conceição, Marçola , Santana del Cafezal y Nuevo Son Lucas.
Este año, Vila Viva será extendido, con recursos del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), para el Aglomerado Monte de las Piedras , Pedreira Prado Lopes y Conjunto Taquaril. » Vila Viva ya es una referencia en Brasil de obra pública dirigida hacia la urbanización de favelas. Servir como ejemplo para otras ciudades nos muestra que estamos en el camino correcto», afirmó el alcalde de Belo Horizonte, Fernando Pimentel.
Servicio de recolección de basura, servicio de taximetros o ambulancias, antes inexistentes, son ahora la norma en algunas favelas de Belo Horizonte, que ha apostado en un proyecto de urbanización consensuado por los vecinos que rescata a sus habitantes de la exclusión.
En metrópolis como Río de Janeiro, São Paulo o Belo Horizonte, entre otras, la ocupación ilegal del suelo urbano y la proliferación de áreas sin servicios básicos son una práctica generalizada. Los habitantes de estos barrios pobres no tienen acceso a la seguridad pública y son víctimas de la violencia que está unida al tráfico de drogas y armas.
Belo Horizonte es la tercer ciudad del país, en ella, uno de cada cuatro habitantes vive en estas comunidades degradadas. El proyecto tiene como objetivo integrar las favelas en suelo urbano y legalizar las propiedades con planes en materia de educación, inserción social y trabajo.
Esta iniciativa, que ha llamado la atención de alcaldes de otras grandes urbes latinoamericanas, ha sido posible gracias a una estrecha colaboración entre el gobierno municipal y los habitantes de seis conglomerados pobres de la ciudad que han visto desde 2005 obras de mejora en sus calles, edificios, parques e, incluso, la construcción de un campo de fútbol.
Al finalizar las obras de urbanización, reestructuración del sistema urbano y erradicación de áreas de riesgo, la zona será legalizada y la alcaldía escriturará los terrenos a los nuevos dueños.
Los primeros resultados del programa ya son visibles, cientos de familias que vivían en áreas de riesgo han sido reubicadas en los mil apartamentos nuevos, además, la comunidad gana en desarrollo económico con el programa que genera empleo y renta.
El costo total de la reestructuración de la favela Vila Viva será relativamente modesto: 173 millones de reales (alrededor de 64 millones de euros) que saldrán del Banco Nacional de Desarrollo Social (BNDS) y de la Caja Económica Federal. Las obras estarán acabadas en 2009 y ya han sido visitadas por varios alcaldes de varios países latinoamericanos.