Entre reclamos críticos de sus socios menores y en medio de cortocircuitos políticos entre Brasil y Venezuela, el Mercosur realizó el 29 de junio su Cumbre de Presidentes en Asunción en la que aprobó una serie de medidas para corregir las «asimetrías» internas a favor de las economías de menor escala y para afianzar la unión aduanera.
La más importante de las medidas destinadas a atender los reiterados reclamos de los dos países menores para paliar las desigualdades comerciales internas, fue autorizar un incremento en el mínimo de componentes extrazona de los productos fabricados en Paraguay y Uruguay que podrán circular dentro del bloque como bienes locales. También se amplía el plazo de vigencia del beneficio hasta el año 2022.
Además, se autorizó a que los recursos de los Fondos de Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM) que no fueron utilizados en 2007 puedan ser empleados durante el año siguiente.
Los FOCEM, que se nutren de aportes de Argentina y Brasil y tienen un monto anual de 100 milones de dólares, se destinan a proyectos de desarrollo de Paraguay y Uruguay. Se estima que, con esta medida, los fondos disponibles en 2008 alcanzarán los 125 millones de dólares.
Asimismo, el bloque se comprometió a estudiar alternativas para la constitución de un Fondo de apoyo a las pequeñas y medianas empresas como forma de estimular la complementación e integración de las cadenas productivas en la región, aunque resta definir el monto que se le asignará.
Pero más allá de esas medidas puntuales, los mandatarios resolvieron encomendar a un Grupo de Alto Nivel la elaboración de un Plan Estratégico Para la Superación de las Asimetrías que deberá contener objetivos de corto, mediano y largo plazo basados en cuatro «pilares»: desarrollo de economías sin litoral marítimo, apoyo a la competitividad de economías menores, acceso a mercados regionales y mundiales, y marco institucional para el logro de los objetivos del bloque y la implementación de programas sociales.
Esa resolución fija también fechas para el inicio de los objetivos: los de corto plazo deberán ser iniciados a más tardar en junio de 2008, y los de mediano y largo alcance antes de enero de 2010.
En un comunicado presidencial firmado al cabo de la reunión, por otra parte, los mandatarios «tomaron conocimiento de la realización de la I Reunión Ordinaria del Foro Consultivo de Municipios, Estados Federados, Provincias y Departamentos del Mercosur-FCCR, ocasión en la que el Comité de Municipios y el Comité de los Estados Federados, Provincias y Departamentos acordaron entablar un trabajo conjunto para fortalecer la integración desde sus respectivos ámbitos».
El documento agrega que los presidentes «consideraron que la incorporación de las autoridades locales constituye un avance sustancial en la construcción del proyecto de integración».
Pero uno de los focos de atención de la Cumbre estuvo centrado en la fricción política entre Brasil y Venezuela que algunos observadores atribuyen a una pugna por el liderazgo regional entre los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Hugo Chávez.
La crisis se desencadenó en mayo cuando el presidente venezolano trató de «loros que repiten lo que dice Washington» a los senadores brasileños que aprobaron una declaración en la que le solicitaban rever la negativa de no renovar el permiso de transmisión a la cadena televisiva opositora RCTV de Caracas.
Venezuela, que ha solicitado su incorporación como miembro pleno del Mercosur, depende de que los Congresos de los demás países aprueben su ingreso, algo que el senado de Brasil está demorando a la espera de una retractación formal.
Pero Chávez, que no estuvo presente en el encuentro en la capital paraguaya aduciendo que ya tenía prevista una gira por Rusia y por cercano Oriente, ha expresado que no se disculpará porque la declaración de los senadores brasileños supuso una «injerencia» en asuntos internos de Venezuela.
Y desde Irán, un día después de la Cumbre, aumentó la apuesta al afirmar que «no estamos desesperados por entrar a un viejo Mercosur que no quiera cambiar. Si no podemos entrar porque la derecha brasileña tiene más fuerza, entonces nos retiramos».
«Si ellos no quieren que nosotros ingresemos al Mercosur, no tenemos ningún problema, incluso soy capaz de retirar la solicitud», afirmó.