El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, le prometió el miércoles en la localidad argentina de Puerto Iguazú a su par anfitrión Néstor Kirchner la creación, en un plazo de dos meses, de «un instrumento capaz de evitar el impacto de los desequilibrios en el comercio y asimetrías entre sectores productivos de ambos países».
De este modo, uno de los puntos más conflictivos de la relación para el gobierno argentino quedó plasmado en el Compromiso de Iguazú que firmaron los dos presidentes.
Los presidentes mantuvieron una reunión de más de una hora, acompañados de sus colaboradores más cercanos, donde terminaron de redactar el Compromiso de Iguazú. También se firmaron una serie de protocolos de cooperación y se pronunciaron discursos ante funcionarios y periodistas.
El Compromiso de Iguazú destaca que «la alianza Argentina-Brasil es la llave del éxito del proyecto común de integración». En una alocución de tono tranquilo, Kirchner sólo utilizó una vez su estilo crítico, al señalar su deseo de «demostrarles a aquellos que son pesimistas y no alientan la integración, que Argentina y Brasil van a crecer juntos y superar las asimetrías».
El presidente argentino también recordó que ambos países actuaron en forma conjunta en la reciente Cumbre de las Américas en su posición contra la proyectada Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Lula fue más allá y destacó los virajes políticos en la región: «Yo le decía a Kirchner hace un rato: «Imagine lo que significó la elección de Chávez en Venezuela, imagine lo que significa si Evo Morales gana las elecciones en Bolivia; son cambios extraordinarios».
El documento determina que «se realicen los mejores esfuerzos para concluir antes del 31 de enero de 2006» la negociación de la Cláusula de Adaptación Competitiva (CAC), la herramienta que serviría para frenar importaciones intra Mercosur que dañen a las industrias locales, con la condición de que éstas se reconviertan.
Asimismo, el Compromiso de Iguazú encomienda a los respectivos gobiernos la gestión conjunta ante Venezuela de los estudios para construir un gasoducto que provea gas del país caribeño a los dos principales socios del Mercosur. Para ello enviarán delegaciones técnicas a Caracas la próxima semana.
A diferencia de otras oportunidades, Lula mostró un apoyo explícito a la Argentina en su negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) «para garantizar su desarrollo industrial». En el documento se comprometieron a abogar «conjuntamente en el ámbito de las instituciones multilaterales de crédito para evitar la imposición de condicionalidades que afecten la capacidad de los gobiernos de promover políticas de crecimiento, empleo digno e inclusión social».
De la cumbre también participaron los ex presidentes Raúl Alfonsín, de Argentina, y José Sarney, de Brasil, quienes el 30 de noviembre de 1985 firmaron el tratado de amistad argentino-brasileño que terminó con décadas de enfrentamiento y sembró las bases del actual Mercosur.