Los gobernantes del Mercosur y países asociados se comprometieron el pasado martes 16 a resguardar y profundizar sus políticas de protección a los sectores más vulnerables de la población frente a los embates de la crisis financiera internacional, informó un cable de la Associated Press (AP).
Reunidos en el balneario brasileño de Costa do Sauipe, los líderes del bloque destacaron en la Cumbre que las inversiones en el área social «no solo protegen a las capas más pobres de la sociedad, sino que estimulan la generación de empleo, la demanda y la producción de bienes y servicios, con beneficios para la economía regional en su conjunto».
Al mismo tiempo, el anfitrión de la cita, el líder brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó su disconformidad por la falta de acuerdo para crear un código aduanero y eliminar el doble cobro de la tarifa externa común (TEC) del Mercosur. Paraguay se opuso a la puesta en marcha de la eliminación del doble cobro del TEC por temor al impacto que pudiera tener sobre su recaudación fiscal, explicó el canciller brasileño, Celso Amorim.
El acuerdo social fue aprobado por los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, socios del Mercosur, con la participación de Chile y Bolivia como miembros asociados. «Postergar o restringir la inversión social tiene tremendas consecuencias sobre la situación de pobreza de muchos ciudadanos», advirtió la presidenta chilena Michelle Bachelet durante la cita del bloque.
En el mismo sentido, Lula sostuvo que «la preocupación central de nuestros gobiernos está en proteger el empleo y los ingresos de los trabajadores y continuar impulsando la inclusión social». La consternación de los países es que las repercusiones de la crisis financiera lleve a los países a sacrificar la inversión en el área social para preservar sus finanzas.
Al respecto, el líder ecuatoriano Rafael Correa, quien asistió a la cita del Mercosur, urgió políticas fiscales que promuevan la generación de puestos de trabajo. «Hoy más que nunca, los países latinoamericanos debemos tener una política fiscal que promueva empleo», declaró Correa. También planteó la necesidad de contar con mecanismos financieros que permitan a los países del área financiar grandes proyectos de infraestructura.
Los gobernantes aprobaron un plan de acción dirigido a la erradicación de la pobreza y el hambre, la promoción de los derechos y la ampliación de los servicios de salud y educación, informó AP.