La participación de cinco presidentes de Latinoamérica en un panel en la ciudad brasilera de Belém, Estado de Pará, acaparó, el pasado jueves 29 de enero, la atención de los asistentes al Foro Social Mundial (FSM), reconocido espacio internacional contrahegemónico.
«Los dirigentes de la región nos complementamos en el combate común», remarcó la víspera el gobernante boliviano, Evo Morales Ayma, invitado a la cita junto a sus homólogos Hugo Rafael Chávez, Venezuela; Rafael Correa, Ecuador; Fernando Armindo Lugo, Paraguay, y Luiz Inácio Lula da Silva, Brasil.
Centrados en el análisis de alternativas frente a la crisis global, están representados en esta novena edición del FSM unos cuatro mil movimientos sociales de 150 países de todos los continentes.
El pasado miércoles los delegados al encuentro examinaron la problemática de los pueblos originarios en Latinoamérica y en particular la situación de los indígenas de la Amazonia.
Denunciaron el deterioro creciente de importantes regiones debido a la deforestación, el fomento de cultivos en detrimento de los bosques y el impulso de proyectos mineros y pecuarios carentes de racionalidad.
De igual modo condenaron la agresión israelí contra el pueblo palestino y el prolongado bloqueo estadounidense a Cuba, además de mostrar su solidaridad con la isla caribeña, devastada por tres huracanes meses atrás.
Constituido como contraparte del Foro Económico Mundial de las grandes potencias e inspirado en la consigna Un mundo mejor es posible, el FSM prevé hasta el próximo domingo la realización de más dos mil talleres, seminarios, conferencias y reuniones, señaló la agencia cubana de noticias Prensa Latina (PL).