El jefe de Gobierno de la ciudad argentina de Buenos Aires , Mauricio Macri, acordó en Milán, Italia, que Buenos Aires sea una de las ciudades que participe de la iniciativa ecológica «SlimCity», presentada en el último Foro Económico Mundial (FEM) de Davos por la alcaldesa de Milán, Letizia Moratti, junto con su homólogo de Londres, Ken Livingstone.
Se trata, dijo Moratti al hablar de la iniciativa, de «un pacto entre ciudades de todo el mundo para combatir juntos la misma batalla a favor del medioambiente, del clima, de un desarrollo realmente sostenible, de una alimentación garantizada a todos».
SlimCity trabaja activamente en el tema con otras ciudades como Londres, San Francisco, Nueva York, México, Milán y Tokio. Los trabajos buscan metas para mejorar la movilidad urbana y alcanzar la sustentación ambiental de las grandes ciudades del orbe, como también impulsar la implementación del transporte masivo y minimizar el uso del parque vehicular.
Al ser las ciudades la principal causa de degradación ambiental, se concluyó en la necesidad de que las 25 metrópolis más grandes del planeta -que concentran un diez por ciento de la población urbana mundial- adopten medidas más enérgicas, una regulación más estricta del transporte y la aplicación de tecnologías más eficientes en el consumo de energía y en la prestación de servicios públicos.
El uso del transporte masivo
Para ello se considera necesario alcanzar un eficiente manejo de movilidad urbana, que brinde traslados rápidos y seguros. En ese sentido, SlimCity enfatiza que la solución de largo plazo es el uso de sistema de transporte masivo.
En la reunión con Moratti, de la que también participó el director de Relaciones Internacionales de la comuna italiana, Andrea Vento, se alcanzó además un compromiso de trabajo conjunto, entre especialistas de Milán y Buenos Aires, para realizar un estudio de factibilidad de recuperación del tranvía como medio principal de transporte por las calles porteñas.
En Milán, el tranvía es uno de los principales medios de transporte y contribuye además al cuidado de la ecología, ya que funciona con energía eléctrica.
Debido a que por problemas de financiamiento la Ciudad de Buenos Aires tiene retrasada la ampliación de los subterráneos, para Macri es fundamental el logro de otras variantes de transporte con el objetivo de acercarse al ideal de «ciudad sin autos».
En Italia, los desarrollos de esos proyectos se manejan con la intervención conjunta de los gobiernos nacional, comunal y con el aporte de empresas privadas encargadas de llevarlos adelante.