Los ministros de relaciones exteriores, los ministros de finanzas y los presidentes de bancos centrales de los Estados Partes en el Mercosur y Estados Asociados se reunieron en Brasilia el 27 de octubre de 2008, para discutir la crisis financiera internacional, su impacto en la región y posibles medidas para mitigar sus efectos.

Coincidieron en la evaluación de que, como resultado de la evolución positiva de sus fundamentos macroeconómicos, los países de la región están en mejores condiciones que en el pasado para enfrentar los desafíos de la crisis financiera y sus efectos sobre el sector real de la economía.

Manifestaron que el comercio regional es un patrimonio valioso para todos los países de la región. Sin embargo, coincidieron en la necesidad de realizar un seguimiento de los posibles impactos de la crisis, tanto en los mercados financieros locales como los niveles de producción y el empleo.

Recordaron que la crisis financiera fue originada en los países desarrollados y destacaron la importancia de la prevención de que las medidas adoptadas por estos países en la solución de la crisis implicaría costos adicionales para los países en desarrollo.

Hicieron hincapié en la necesidad de una amplia y profunda reforma de la arquitectura financiera internacional y de las herramientas para responder con las medidas más concretas, inmediatas y adecuada a la crisis. Indicaron también la importancia de mejorar la regulación prudencial de los mercados de capitales.

Durante el encuentro también tomaron nota de las propuestas formuladas por los jefes de estado en la región en respuesta a los desafíos de la situación actual, como la propuesta brasilera de convocar el Consejo Económico y Social de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a nivel ministerial, y la propuesta de Venezuela de celebrar reunión de los jefes de estado y de gobierno, en el marco de las Naciones Unidas.

Destacaron la importancia de que los gobiernos de la región mantengan fluidos y flexibles los canales de comunicación sobre las medidas adoptadas por cada país para hacer frente a la actualidad, y determinaron que sus funcionarios mantengan un intercambio oportuno de información sobre la evolución de la crisis financiera en la región. Para facilitar esta tarea, acordaron designar a los puntos focales en cada uno de los ministerios y los bancos centrales involucrados.

Reafirmaron la convicción de que la profundización de la integración regional y el fortalecimiento de los lazos comerciales y de cooperación financiera puedan desempeñar un papel decisivo en el mantenimiento del crecimiento, la preservación y la ampliación de los logros económicos y sociales de los últimos años.

Coincidieron en la necesidad de fortalecer la capacidad de la región para hacer frente a los problemas derivados de la crisis actual. Se mencionan en este contexto, los mecanismos dentro del Mercosur, que incluyen el seguimiento de la situación macroeconómica, el control de los flujos de comercio e iniciativas para la integración de los servicios financieros disponibles en la banca, el capital y los seguros. El sistema de pagos en moneda local establecido en el Mercosur y ya en la cooperación entre Brasil y Argentina es un ejemplo representativo de una medida de la profundización de la integración financiera regional.

También apoyaron los debates sobre los mecanismos de la integración financiera dentro de la UNASUR. Los países que participan en el proceso de conformación del Banco del Sur expresaron la importancia de su activación tan pronto como sea posible, con miras a un desarrollo más armónico, equitativo y plena de América del Sur

Recordando los vínculos entre el comercio y las finanzas, los ministros de economía, cancilleres y presidentes de bancos centrales enfatizaron, en el contexto de la actual crisis financiera internacional, la necesidad de una equilibrada y satisfactoria conclusión de la Ronda de Doha de negociaciones multilaterales, teniendo plenamente en cuenta los intereses de los países desarrollo y que conduzcan a la eliminación de las prácticas que distorsionan el comercio de los países desarrollados, señala el texto de la declaración conjunta del encuentro desarrollado ayer en la capital del Brasil, según dio a conocer el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Argentina.