El primer ministro de Noruega, Jeans Stoltenberg, anunció la donación de un billón de dólares para el Fondo Amazonia, hasta el 2015. El gobierno de Brasil deberá invertir estos recursos en iniciativas de conservación de la selva y mantenimiento de las áreas de preservación ambiental.
Lo que diferencia a este fondo en comparación a otras grandes donaciones destinadas al Amazonia, es que la donación está vinculada a una reducción verificable de la deforestación. La iniciativa inaugura un nuevo formato de cooperación, basado en incentivos positivos a la reducción de emisiones de gas carbónico venidas de áreas deforestadas de la Amazonia brasilera. Noruega se convierte así en el primer donador al Fondo Amazonia.
El primero-ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, formalizó este el pasado martes 16 de setiembre, en un acto solemne en el Palacio de planalto, la primera donación para el Fondo de Preservación y Conservación de Amazonia, creado para captar recursos en los mercados interno e internacional y aplicarlos en programas de desarrollo sustentable, en investigación e innovación tecnológica y en la conservación de la biodiversidad de la Región. El gobierno noruego anunció que sus donaciones totalizarán US$ 1 billón (dólares hasta 2015, condicionadas al mantenimiento de los esfuerzos brasileños para contener la deforestación.
El primer aporte fue de US$ 20 millones y a lo largo de los próximos doce meses está garantizado el depósito de más US$ 120 millones, sumando US$ 140 millones el primero año del Fondo.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva agradeció a los ciudadanos noruegos en nombre del pueblo brasileño y elogió la iniciativa del país nórdico: «El día en que cada país desarrollado tenga la misma actitud que tuvo Noruega, tendremos la certeza de que el calentamiento global va a disminuir», afirmó Lula, refiriéndose al formato del Fondo, que no reserva asiento a los donantes y que será gestionado exclusivamente por brasileños, de forma autónoma y soberana.
Jens Stoltenberg elogió los esfuerzos del gobierno brasileño por contener la deforestación y reconoció la relevancia de esta lucha en la batalla contra el calentamiento global.
La idea del Fondo fue lanzada por el Ministerio de Medio Ambiente brasileño en el 2007, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambios Climáticos realizada en Balí. El Fondo fue presentado como alternativa para la conservación de la cobertura forestal restante en todo el mundo. Brasil decidió anticiparse a un acuerdo multilateral e instituir el Fondo para Amazonas sin injerencias de los donantes o de representantes de la comunidad internacional. El Fondo es privado y sus recursos están exentos de impuestos.
«Fuimos nosotros que creamos las reglas, vamos a administrar los recursos y definir donde ellos serán aplicados. Las donaciones pueden ser hechas libremente, pero nosotros sólo podremos aplicar el equivalente a US$ 5 por cada tonelada de carbono que dejó de ser emitida porque la floresta se quedó en pie. Ese cálculo será hecho anualmente. Como en 2006 nosotros evitamos, con la caída de la deforestación, la emisión de 200 millones de toneladas, podremos usar, el primero año, US$ 1 billón de dólares del Fondo», explicó el ministro Carlos Minc.
Las directrices y prioridades por la aplicación de los recursos del Fondo serán definidas en octubre por el Comité Orientador, que será compuesto por nueve representantes del gobierno federal, un representante de cada uno de los estados de Amazona Legal que posean Plan Provincial de Prevención y Combate a la Deforestación Ilegal y seis representantes de la sociedad civil.
El responsable por la gestión del Fondo, el presidente del BNDES, Luciano Coutinho, explica que la idea es apoyar actividades alternativas que sostengan las poblaciones en la región con renta satisfactoria, para que ellas sean desplazadas de las actividades de deforestación para prácticas productivas sustentables.
También está previsto invertir en el desarrollo tecnológico en ayuda a los estados de la Región para monitorizar y perfeccionar mecanismos de control ambiental.
«Nuestro horizonte es la posibilidad de desarrollar, de garantizar vida digna para 15 millones de personas que viven en Amazonas sin destruir el ecosistema. Sin recursos importantes, manejo y desarrollo sustentable, la guerra contra la deforestación no prosperará», definió Carlos Minc.
Después del encuentro en el Palacio de Planalto y del almuerzo en homenaje ofrecido por el gobierno brasileño en el Palacio de Itamaraty, Jens Stoltenberg y la comitiva de noruega siguieron hacia Santarém donde, luego acompañados por el ministro Carlos Minc, visitaron la Floresta Nacional del Tapajós y algunos proyectos de conservación y de desarrollo sustentable con potencial de recibir recursos del Fondo.