La corte electoral confirmó que el ex obispo Fernando Lugo será el próximo presidente de Paraguay al obtener 40,1 por ciento de los votos el pasado domingo 20 de abril en las elecciones nacionales, derrotando a la candidata del Partido Colorado Blanca Ovelar con 31,4.

Escrutadas más de la mitad de las mesas, el ex general Lino Oviedo mantiene el tercer puesto alejado de los dos punteros, mientras que el Partido Colorado pierde el gobierno que mantuvo durante 61 años, incluyendo los 35 de dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).

Unos tres millones de paraguayos concurrieron a los centros de votación hasta las 16:00 locales cuando las urnas comenzaron a cerrar.

«Cuando se ratifiquen oficialmente los resultados, estaremos abiertos para construir la integración real de la región, el continente y el mundo», declaró Lugo a los periodistas que cubrieron las elecciones.

«Hoy podemos afirmar que también los pequeños están capacitados para vencer», afirmó Lugo tras proclamarse vencedor de los comicios, cuando poco más de la mitad de los votos contados le daban la mayoría y una ventaja de nueve puntos porcentuales sobre la ex ministra de Educación en el gabinete del presidente Nicanor Duarte.

Con este triunfo, el ex obispo que se ha declarado partidario de la teología de la liberación y su consecuente «opción preferencial por los pobres», se perfila como el primer ex sacerdote católico que gobernará un país latinoamericano, que se sumará además a la mayoritaria lista de gobernantes de izquierda de América del Sur, particularmente en el Mercado Común del Sur (Mercosur, formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), donde políticos de izquierda han triunfado en procesos electorales en la última década.

Y a fin de dar un nuevo cauce a Paraguay, Lugo ofreció dar impulso a un proceso de reforma agraria que nunca se ha producido en este país cuya economía está sustentada en las actividades agropecuarias.

También dijo que, como hizo el presidente Evo Morales el año pasado tras su triunfo electoral en 2006, renegociaría con Brasil y Argentina los términos de acuerdos bilaterales con esos dos países -cuyas economías son muy superiores a la de Paraguay-, que dan precios preferenciales en la venta de electricidad producida en presas paraguayas.

Ovelar reconoció su derrota poco antes de que el tribunal declarara oficialmente vencedor a Lugo. «Asumimos con dignidad que ya los resultados para la chapa presidencial son a estas alturas irreversibles», dijo la ex ministra, mientras quedaban aún pendientes los resultados de los comicios para renovar el poder legislativo bicamaral, los representantes paraguayos ante el Parlamento del Mercosur y unos 700 puestos municipales.