Este grupo debutó el pasado 12 de abril en el XI Festival Internacional de las Artes 2008, en Costa Rica. Armado y dirigido por el pianista costarricense Manuel Obregón, la Orquesta del Río Infinito se presentó en la tarima que sobre el lago de La Sabana fue construida para el Festival.
La agrupación propone rescatar el carácter ritual de la música del continente americano, influyendo en la conciencia sobre la degradación ambiental, y cambiando la forma de relacionarnos con nuestros ríos y con nuestra música.
La Orquesta del Río Infinito está integrada por alrededor de 100 músicos de diferentes culturas de América. En el concierto del pasado sábado participaron 33 músicos más un invitado especial, el argentino León Gieco.
La agrupación hará dos presentaciones más en Costa Rica, para luego comenzar una gira que la llevará a San Carlos (Nicaragua) el jueves 17 de abril.
La orquesta se desplazará por las cuencas americanas, desde el Mississipi hasta la Cuenca de la Plata, abarcando ríos de Centroamérica, el Caribe, del eje andino y de la Cuenca Amazónica. Para octubre del 2009, la Orquesta del Río Infinito irá a parar a las cuencas del Río Amazonas y, para finales de ese año, estará en el río Mississippi.
Esta agrupación, literalmente, viaja por los ríos. Los músicos van en barco tocando. El pasado sábado estuvieron en un lago y, luego, en un parque y un redondel; no obstante, la verdadera naturaleza de este gran ensamble es de agua.
Manuel Obregón amasó este proyecto mucho tiempo antes de que viera la luz. Los antecedentes de la Orquesta del Río Infinito datan de la década de los ’90 cuando empezó el proceso de selección de músicos que cristalizó, en 1997, con la Orquesta de la Papaya.
Obregón emprendió varios viajes para encontrar la música más rara pero también más arraigada a la cultura de la compleja América. En esos viajes fue conformando la orquesta, compuesta hoy por tangueros, candomberos, artistas urbanos y folclóricos, descubriendo coincidencias entre músicos y sus enlaces culturales.
La orquesta no solo toca música de América, sino que a su paso también busca donde atracar y realizar encuentros culturales, ambientales y artísticos con las comunidades que visita.
En cada comunidad a donde llega el Río Infinito, los líderes locales y la población entregarán su Carta de los Ríos a la Orquesta, donde recogen sueños, desafíos y compromisos.
Río Infinito ha recibido aportes de la Orquesta de la Papaya ( Catedral , Tierra de la dulce espera ), el blusero Alejandro Cardona le sumó Hoochie Coochie Man y Manuel Monestel acopló Calypso Bautismo , y León Gieco posiblemente agregará sus Cinco siglos igual y, la reconocida Solo le pido a Dios de Mercedes Sosa.