A casi un siglo de la caída de su célebre Piedra Movediza, la ciudad de Tandil, Argentina, construyó una réplica de la gran roca. La misma se inaugurará en un acto oficial, el próximo 17 de mayo, junto al tradicional paseo que permaneció abandonado por años y que ahora se llamará «Parque Lítico Cerro La Movediza».
La Piedra Movediza de Tandil ha sido un fenómeno mundialmente reconocido por su singularidad, una mole de granito de más de 300 toneladas de peso que extrañamente se mantenía en delicado equilibrio al borde del cerro.
A las 7.58 de este domingo y luego de 95 años, Tandil recobró su mito mayor. La réplica de la Piedra Movediza fue colocada en la cima del cerro, en el exacto lugar y con las mismas características que la original, luego de un gigantesco operativo de izamiento que fue seguido por miles de vecinos que se concentraron desde la madrugada en los alrededores.
La iniciativa se enmarca en un proyecto más amplio de recuperación del tradicional paseo, que permaneció abandonado por años y que ahora se llamará «Parque Lítico Cerro La Movediza», que abarcará unas 20 hectáreas e incluirá un museo ecológico e histórico, un centro de artesanos en piedra, un restaurante y confiterías y la habilitación de cuatro circuitos de recorrida.
Con la casi certeza de que ya no existen testigos vivos de la piedra original, el municipio editará, además, un libro con testimonios, fotos y documentos vinculados con aquélla.
Tras 95 años de la perdida de su símbolo, a las 11 de la mañana del día 17 de Mayo se inaugurara la Replica de la Piedra Movediza. «Recuperar la piedra que es símbolo de nuestra ciudad es algo con un inmenso valor emocional ligado a nuestra identidad, pero, además, se inserta en un proyecto estratégico de crecimiento vinculado con el turismo», explicó el Intendente de la ciudad de Tandil, Miguel Lunghi, quien se ha comprometido en esta empresa descomunal.
El Parque Lítico con la réplica de la Movediza será inaugurado con un acto encabezado por el Presidente de la Nación Néstor Kirchner.
La piedra cayó el día jueves 29 de febrero de 1912, en la hora que va entre las 5 y las 6 de la tarde (sin haberse podido determinar el momento exacto) y aparentemente sin testigos directos en el preciso momento de su derrumbamiento. Las horas posteriores a la caída fueron descriptas como de enorme desazón entre la población. Tandil perdía su símbolo máximo.
En la cima del Cerro se llevarón a cabo las tareas finales de preparación de la base para la colocación de los anclajes, sobre los cuales se asentó la réplica de la piedra. Profesionales y artesanos picapedreros trabajaron bajo la dirección del Secretario de Planeamiento y Obras Públicas de la comuna, Ing. Mario Civalleri.
La ejecución de los distintos pasos que implicó la obra se desarrollaron de acuerdo a los lineamientos de los estudios y el proyecto elaborado por los expertos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, en el marco del convenio firmado por el Municipio con esa institución. El Municipio realizó un concurso de ideas en el que se presentaron 17 proyectos: 12 proponían algún tipo de reposición de la piedra.