troncosEl informe sobre el impacto ambiental que tendría la instalación de las plantas de celulosa en Uruguay es «favorable a Uruguay en aspectos técnicos»; dijeron varias fuentes oficiales y extraoficiales consultadas por la prensa de la región.

Eso se debe a que a nivel del Banco Mundial se entiende necesario previamente poner en marcha un sistema que permita a Uruguay y Argentina -cuyo gobierno se ha opuesto fervientemente a la instalación de las plantas por razones ambientales- opinar sobre el informe de manera conjunta y negociada para no generar un enfrentamiento político entre ambos países.

La consideración favorable de impacto ambiental permitirá a la española ENCE y a la finlandesa Botnia solicitar financiamiento al BM a través de su Corporación Financiera Internacional.

Ambos emprendimientos, que estarán emplazados en la margen oriental del Río Uruguay que constituye el límite natural entre Uruguay y Argentina, totalizan aproximadamente 1.800 millones de dólares de inversión.

En ese marco, el consejero del grupo ENCE, Juan Villena, dijo que la firma está interesada en «incorporar capitales uruguayos a través de la Bolsa de Valores o algún otro mecanismo» en su proyecto de inversión de U$S 700:000.000.

Por otro lado, adelantó que una vez terminada la planta, a mediados de 2008, la compañía tendrá pronta una usina de generación eléctrica con capacidad para venderle a UTE (la empresa pública de energía uruguaya) 30MW.

Villena comentó que la empresa exporta desde Uruguay astillas de madera por U$S 63 millones anuales, cifra que superará los U$S 300 millones desde el segundo semestre de 2008, cuando se sumen las ventas por la operativa de la de celulosa.

En relación a las protestas de ambientalistas argentinos por la instalación de los emprendimientos en las cercanías de la ciudad uruguaya de Fray Bentos, en el departamento de Río Negro, el consejero español dijo que «lo siento, (pero) con información y conocimiento se supera ese tema».