Un sector importante de la población de Mar del Plata será censado como parte de los controles de seguridad por la IV Cumbre de las Américas, que se desarrollará en esa ciudad argentina entre el 4 y el 5 de noviembre.
La semana próxima empezará la identificación de vecinos en sus viviendas, a los que se les entregará una credencial para que puedan circular por las zonas cercanas al evento donde se desarrollará el encuentro de Jefes de Estado del hemisferio
La Intendencia de Mar del Plata coordinará el censo con la Policía Federal, el cual comprenderá varias manzanas próximas a los Hoteles Hermitage, sede de la reunión; Sheraton, alojamiento de la comitiva de los Estados Unidos; y Costa Galana, en el cual se alojarán otras importantes delegaciones.
El vicecanciller argentino, Jorge Taiana, afirmó el pasado martes durante una conferencia de prensa que «la trágica experiencia de los atentados en Inglaterra demuestra que hay que tomar medidas serias de seguridad no sólo para todos los jefes de Estado, sino también para todas las personas».
Unos cuatro mil hombres de la Policía Federal, de la Gendarmería y de la Prefectura los movilizados a Mar del Plata. Se sumarán a otros tantos efectivos de la policía bonaerense.
También buques de la Armada patrullarán la costa de la ciudad, mientras que se desplegarán aviones de combate con permiso de derribar aviones no identificados en la zona. Desde los días previos a la reunión no se permitirán vuelos privados o comerciales en un radio muy amplio sobre Mar del Plata. Es más: para la cumbre serán utilizados los aeropuertos de esa ciudad, de Bahía Blanca y la base aérea militar de Tandil.
Existe también un importante intercambio de información de inteligencia en la región. Fuentes militares uruguayas comentaron que, como parte de la vigilancia de la cumbre, recibieron el pedido de investigar a un grupo palestino que opera en la zona de Chuy, en la frontera con Brasil. Además, la semana pasada hubo una movilización de gendarmes en la zona del Litoral, al tenerse la información de un posible ingreso de explosivos vía Uruguay.